Impresiones relámpago de un hijo supercalifragilisticoespialidoso

Tras dos semanas de mucho ajetreo, hoy por fin pude sentarme a escribir una entrada. Me encantaría empezar con esa frase que se ha hecho tan popular de "No estaba muerta, estaba de parranda", pero de esto último he tenido más bien poco, porque estas semanas en las que he estado de prácticas han sido un no parar del que ya en su momento hablaré en detalle. 
Mientras, aprovecho estas ansiadas vacaciones para recuperar energías y tachar de mi lista de reseñas un título que ya acabé hará cosa de un mes.

Un hijo, de Alejandro Palomas, está en boca de todos los lectores. No he visto foro, red social ni blog en el que no hayan hablado de él. Todo el mundo parece caer a los pies de esta novela protagonizada por Guille, ese niño tan entrañable y especial obsesionado con Mary Poppins que encierra los misterios de la más tierna infancia a la vez que los secretos más duros de la vida adulta.


Creo que ya he dicho muchas veces que cuando una obra obtiene tan buenas críticas, hay ocasiones en las que desconfío, en las que me acerco con suspicacia a la lectura por temor a la decepción. Sé que no es algo que me pase únicamente a mí, sino que son muchos los lectores que experimentan ese sentimiento antes de atreverse con el último éxito editorial. 
No obstante, muchas veces esos miedos son infundados, y una vez que lees ese libro, te llevas una grata sorpresa al descubrir que no había nada que temer.

A mí, personalmente, me ocurrió un poco de las dos cosas. Bien es cierto que me leí Un hijo de una sentada, cosa increíble en mí, y que también lo disfruté mucho. Sí, no se puede negar que es una historia preciosa dentro de su sencillez. Hay un encanto en esta narración donde se mezclan la más pura inocencia con la perturbadora oscuridad de la vida real, y a mí ese tipo de combinaciones me encantan.

Resultado de imagen
Alejandro Palomas, autor de la novela
Además, los personajes me parecen muy bien perfilados. Aunque a simple vista no lo parezca, adentrarse en la piel de un niño y narrar desde su punto de vista no es tarea nada fácil. Y Palomas no solo desarrolla estupendamente la personalidad de Guille, sino también la del resto de personajes adultos, cada uno con sus matices y particularidades.

Pero, si tengo que poner un pero, ese pero sería que una parte de la historia me resultó algo predecible llegado punto. Eso, y que creo que no soy tan entusiasta como otros lectores. Es posible que la novela no me haya marcado tan profundamente como esperaba.
Aún así, destaco más lo positivo que lo negativo, y lo mucho que disfruté leyendo Un hijo, pues en sus páginas conviven las emociones más humanas... y supercalifragilisticoespialidosas que he leído nunca.

Nota mental: buscar el significado de "Impresiones relámpago" y aplicarlo para la próxima, porque esta reseña de relámpago ha tenido más bien poco. Sabed perdonarme.

En algún lugar, a 10 de abril de 2017



CONVERSATION

4 comentarios:

  1. Todavía no me he estrenado con este autor. Y creo que sobre todo por culpa de esas expectativas. Leo tantas maravillosas reseñas de sus novelas. Así que con la tuya, bajan un poquito. Pero aún voy a esperar un poquito más. No tengo prisa. Ya le llegará su momento.
    Besotes!!!

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  2. ¡Hola, Sofía!

    Me estrené con Palomas el año pasado para estas fechas y no me arrepiento, al contrario, me encantó. Creo que escribe muy bien. El primer libro que leí fue Una madre y después Un hijo, y las dos novelas son una maravilla. Construye muy bien las situaciones y los personajes y mezcla de manera notable el drama y la comedia. Habla de historias muy sencillas y humanas. Ahora estoy a punto de empezar Un perro, libro que me compré el pasado Sant Jordi y que el mismo Palomas me firmó :)

    ¡Un beso!

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  3. Para mí los libros de Alejandro Palomas hablan de sentimientos como pocos. Tengo muy reciente Una madre, un libro lleno de ternura que a mí me emocionó, éste que tú nos traes lo comenzaré en breve y ya te contaré. Te voy leyendo Sofia, un abrazo.

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  4. Creo, por lo que he leído de Alejandro Palomas, que más que sorprender busca emocionar, supongo que eso provoca que en cierto punto sea predecible...

    Un abrazo

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