Los viajes de Gulliver

Esta no es una novela fantástica. Ni de aventuras. Ni mucho menos un cuento infantil. Los viajes de Gulliver están hechos con un principal objetivo: la parodia y la crítica sin contemplaciones. 
Jonathan Swift fue un autor muy controvertido en su época, puesto que atacaba de forma directa y sarcástica a los políticos, monarcas y ministros de la Inglaterra de entonces.

El libro se publicó en 1726, y sabemos que más de una de las anécdotas que aquí se nos cuentan han pasado a formar parte del colectivo popular en siglos posteriores.
Gulliver es un hombre de ciencia, que se tiene a sí mismo por un ser racional, moral y civilizado que muestra gran orgullo por pertenecer a ese género inigualable que es la Humanidad. Hasta que comienzan sus viajes y su conocimiento de otros seres (pequeños, gigantes, amorfos y caballos parlantes) y se da cuenta de que ser hombre puede no ser tan digno como cree.


Mediante las peripecias de Gulliver, Swift nos va mostrando mundos que en apariencia son totalmente ficticios y desproporcionados, con personajes estrambóticos y sorprendentes, cuando en realidad toda la novela consiste en una sátira voraz a las figuras públicas del momento y a la corrupción humana en sí misma. De hecho, diría que para leerla sería una buena idea coger una versión anotada que nos fuese explicando a quién o qué se hace referencia.

Tengo que decir que Los viajes de Gulliver me ha parecido un libro muy bueno, pero eso sí: con altibajos. Hubo momentos en que incluso solté alguna carcajada por la ironía y el humor de Swift -que por cierto puede llegar a ser bastante escatológico-, y otros que se me hicieron muuuy pesados por las descripciones tan detalladas. Es verdad que esta explicación pormenorizada de cosas como la latitud, las horas y fechas está hecha adrede con la intención, también burlesca, de imitar las novelas de viajes que tanto éxito tenían en la época; pero a parte de esto, se explaya con mucho detenimiento en las descripciones de las costumbres y los sistemas políticos de las tierras que visita.


En los distintos viajes que realiza el protagonista vamos a encontrarnos de todo; sin duda en esta historia no se echa de menos la originalidad. Sin embargo, creo que uno de los lugares que más me gustó fue El país de los gigantes, por la forma tan divertida en que Gulliver cuenta lo horrible que es ver de frente a un ser humano tan colosal, que por su tamaño se pueden apreciar hasta los más ínfimos defectos, y cómo se pierde la perspectiva de lo que es real dependiendo de nuestra propia altura.

Además de estos motivos, también recomiendo esta lectura como una forma de leer algo con lo que, creo yo, nos vamos a sentir bastante identificados, no solo por ser una burla (y desprecio) a esta raza "tan superior" a la que pertenecemos, sino también como ver que la corrupción política y social no es algo que solo caracteriza a esta nuestra época.

CONVERSATION

5 comentarios:

  1. Toda una parodia, sí, señora, y ácida como ella sola. Y una gozada, añado. Es verdad que hay partes que se hacen pesadas pero, como dice Pennac en su decálogo lector de "Como una novela", estamos en nuestro derecho de saltarnos párrafos :)
    Gracias por tu reseña. Besucos.

    ResponderEliminar
  2. Un libro que debería de leer, pero como es una historia que conozco no termino de animarme. Pero por lo que cuentas, debería hacerlo.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  3. Un libro que deseo leer desde hace un buen tiempo. Por tu reseña, me he animado aún mucho más y lo compraré pronto para devorarlo.

    Un abrazo :)

    ResponderEliminar
  4. Sé que lo que diré puede ser controvertido, pero para mí éste libro es el antecedente directo), en todos los aspectos, al Principido de Saint-Exupéry. Además se me hace mejor, qué le vamos a hacer.

    Por lo demás sobra añadir que es uno de mis libros favoritos, y que encuentro tus opiniones muy acertadas.

    ResponderEliminar

BTemplates.com