El gran dictador. Cuando risa y guerra van unidas

No importa que hayan pasado más de 70 años. No importa que la guerra haya sido retratada en cientos, tal vez miles de libros y películas. No importa tampoco que el cine haya evolucionado y mejorado, que se haya modernizado de forma simultánea y armoniosa con el ser humano.
No importa lo que diga la historia ni la evolución. No importa nada, podrán pasar otras 7 décadas con sus días y sus noches que El gran dictador seguirá siendo una genialidad.




Yo ya sabía, como cualquier persona, que Charles Chaplin era un genio. Pero mi ignorancia todavía no me permitía descubrir que este hombre no solo era un crack en el cine mudo, sino que con esta película demostró con creces su capacidad para impresionar también con la palabra.


Como adelanto en el título, en El gran dictador se mezclan dos conceptos dispares que juntos pueden resultar hasta grotescos. "La risa y la guerra", pareciese que incluso algo nos rechina en el oído cuando oímos estas dos palabras seguidas. Pero en este clásico de los años 40, con la Segunda Guerra Mundial de fondo y todas las injusticias y calamidades que trajo consigo, nos reiremos. Nos reiremos porque todo en ella nos hace ver, de una forma satírica e irónica, lo disparatado, lo absurdo de la lucha, de la opresión, del odio.

Charles Chaplin hace gala de su enormísimo talento para interpretar a Hitler, para hacer de él un títere, una caricatura cuyas ideas y pensamientos quedan totalmente ridiculizados por esa "inocente" ironía, esa parodia inteligente que caracteriza a este clásico.


Hace ya unas noches que la vi, y he decir que en mi cabeza siguieron rondando algunas imágenes y escenas de la película. Es que me quedé francamente maravillada, sorprendida, emocionada y eclipsada, todo a un tiempo. Todavía me sorprende que algo así se haya hecho en un momento tan crucial de la historia (repito: 1940, la Guerra en pleno apogeo), y que a alguien se le haya ocurrido la brillante y VALIENTE idea de retratar la realidad de una forma tan suave y contundente a un tiempo.

Aunque sé que sobran las palabras -Chaplin siempre lo supo- me reitero por si quedasen dudas: El gran dictador es una película increíble. No solo por quien la protagoniza (que también), no solo por sus brillantes diálogos (que también), no solo por las ocurrentes situaciones (que también), sino especialmente por saber transmitir un mensaje de rebelión, por ser en sí misma un canto a la libertad, y por hacernos ver que, muchas veces, "pensamos mucho y sentimos muy poco". 











CONVERSATION

13 comentarios:

  1. Tengo la película en una de esas copias para coleccionistas pero ya hace tiempo que no la rescato. Me has dado una, buena no, buenísima idea para este próximo fin de semana que se nos avecina por aquí pasado por agua.
    Saludos y muchas gracias por tu visita y tus palabras,

    ResponderEliminar
  2. Hace ya unos años que vi la película y por ello no la tengo tan fresca en mi memoria, pero jamás olvidaré que me sorprendió mucho y que, desde entonces, admiro la valentía y el talento de Chaplin.

    Me agrada mucho saber que disfrutaste tan esta obra cinematográfica. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. La vi hace muchos años y no la recuerdo con detalle, pero fue de esas películas que me impactó por el poder de la crítica, por la inteligencia. Genialidad, como dices.

    Besucos.

    ResponderEliminar
  4. Estoy de acuerdo contigo: es genial. Yo tengo previsto verla dentro de poco con mis alumnos; espero que les guste.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  5. La ví ya hace algunos años, por simple curiosidad. Y me sorprendió totalmente, por su crítica, por su inteligencia, por su humor... Absolutamente maravillosa.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  6. No la he visto, la verdad es que estoy muy floja en películas clásicas!

    ResponderEliminar
  7. Lo firmo, Sofiatura. Chaplin era un genio, de los que haría falta un buen puñado en los tiempos que corren. Y El Gran Dictador la calificaría de perfecta, sin duda pasa el filtro del tiempo y lo seguirá haciendo durante mucho, mucho, mucho tiempo. Impresicindible, la película y Chaplin.

    Gracias y besos!

    ResponderEliminar
  8. Menudo clásico que has traído hoy! Me la pusieron en el colegio en un ciclo que hicmos sobre Chaplin y fue la que más disfruté.
    De él, también te recomiendo Tiempos modernos. Buenísima!

    Bicos, Sofía!

    ResponderEliminar
  9. AMOR a esa peli.

    Una amiga tiene el discurso final impreso, pegado en su habitación. Yo he pensado alguna que otra vez escribírmelo a mano y ponérmelo por aquí. Me requetencanta :D

    ResponderEliminar
  10. Vi esta película de jovencilla y me impactó.

    ResponderEliminar
  11. La vi hace mucho tiempo y me sorprendió mucho!!a ver si la vuelvo a ver que he olvidado mucho.
    Un beso!

    ResponderEliminar
  12. Si bien sus cortos debo reconocer que no me matan (salvo algunos contados)... Cualquier largometraje suyo me maravilla. El gran dictador fue muy buena y a mí también me sorprendió que la hiciera en plena guerra mundial y no a posteriori.
    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
  13. Tu narrativa característica, muy tuya, de la película, ha despertado el gusanito; próxima película en familia, manta y palomitas.
    Muchas gracias.

    ResponderEliminar

BTemplates.com