Nadie es más que nadie


No, este no es el título de un libro que voy a reseñar, sino el título de una entrada personal, una de esas reflexiones escritas que pocas veces me tomo la molestia de hacer porque, como siempre, no considero que sea de interés para nadie.

Pero hoy tengo uno de esos días de pie izquierdo, uno de esos momentos en los que la vida se parece a un interrogante inmenso y aterrador.
Tranquilos, que esta no es una nota de pesimismo suicida. No esta vez.

Sencillamente esto es una especie de llamado, de grito de rebelión contra... contra uno mismo y contra los demás.

¿No os ha pasado que de repente os dais cuenta de que lleváis mucho tiempo siendo vuestro peor enemigo?

Yo, por ejemplo, ya me cansé. Llevo muuucho tiempo en guerra conmigo misma, sintiéndome disconforme, menospreciándome. ¿Hay acaso algo más estúpido que no auto-quererse? Quererse y respetarse a ti (mismo), a lo que eres, es algo tan obvio, tan esencial, tan necesario, y al mismo tiempo tan difícil de conseguir (dependiendo).

Pero yo ya tiré esa toalla. Me di cuenta, tarde, pero al menos antes que nunca, de que uno no se puede pasar la vida esperando. Esperando a que las cosas mejoren solas. Esperando a que vengan a por ti. Esperando a que sean los demás los que se den cuenta de tus capacidades. No.

¿Qué es eso de buscar la felicidad? La felicidad la hace uno, la fabrica uno, día a día. La felicidad no viene sola, pura, homogénea, a la felicidad hay que extraerla de su mineral, hay que atraerla hacia uno, hay que prestarle más mimo y atención que a la tristeza.

Y no solo hay que ser amigo de nuestros amigos. Antes tenemos que ser nuestros propios cómplices y amos, nuestra propia mano amiga, como diría Audrey Hepburn. 
Así que ayúdate, quiérete (curioso: esta palabra no me la aceptar el corrector), protégete. No eres más, no eres menos que nadie. Eres tú. 


"Recuerda: si necesitas una mano amiga,
encontrarás una al final de tu brazo".











CONVERSATION

10 comentarios:

  1. cuánto me alegra de que te hayas dado cuenta de esto... :-) :-)
    BIEN POR TI, y bien por todo el que lo descubra al fin :-)

    ResponderEliminar
  2. plasplasplasplasplasplas
    Lo bien que viene reflexionar a veces y reconducirse
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Yo también te aplaudo. Hay que quererse una misma también un poquito.
    Besotes!!

    ResponderEliminar
  4. Un paso importante el que has dado. Que somos nuestro peor enemigo debe de venir en el código genético, pero eso no significa que de esas batallas personales no extraigas luego jugosas conclusiones (y a la vista está). Además, puedes ser tu peor enemiga, pero también tu mejor amiga. Balanza, balanza, equilibrio ;)

    ¡A quererse!

    ResponderEliminar
  5. Pues sí. Hay que aprender a ser nuestra propia mano amiga.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  6. La pura verdad, y a veces cuesta tanto entenderlo... pero por fortuna la vida da muchas oportunidades :)

    Saludos

    ResponderEliminar
  7. ¡Un enorme aplauso para ti Sofiatura!
    No hay nada como darse cuenta de lo importante que es aceptarse, quererse y cuidarse a uno mismo; puede parecer egoísta, pero no lo es en absoluto. Si uno no empieza por esto, es muy divicil que pueda relacionarse con alegría y sin temor con la gente que le rodea.
    No dejes nunca de buscar tu felicidad, sin miedo y siendo fiel a ti misma :)
    Un abrazo grande!

    ResponderEliminar
  8. Siempre viene bien este tipo de reflexiones, y créeme cuando te digo que son bastante interesantes.
    Como dicen: mejor tarde que nunca.

    ResponderEliminar
  9. Sí, señora, así es. Parece que nos cuesta aprender, aunque es más bien asumirlo. El siguiente paso: practicarlo. Se te va a dar de miedo, seguro, y espero que nos cuentes lo bien que transitas por esa nueva perspectiva.
    Mucha suerte en tus propósitos.

    ResponderEliminar
  10. Espero que tires de ti misma siempre. Mucha suerte y ánimo en todo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar

BTemplates.com