Si ya el tiempo para leer todos los libros que me gustaría es escaso, ni te digo cuán corto puede ser el tiempo que hace falta para releer todos esos libros que voy amontonando en mi estantería y que conforman las listas de lecturas año tras año. Con Jane Eyre me dio una venada, tal vez fruto del repentino calorcillo primaveral, y decidí aventurarme a releer una historia que, para mi sorpresa, recordaba y había olvidado a partes iguales. Así que, ¿qué mejor manera de festejar el nacimiento de su autora, que dedicándole una reseña en condiciones a su novela?
No cabe duda de que disfruté mucho más esta segunda vez, ya que pude percibir muchos detalles que antes me habían pasado desapercibidos. De entre lo que más destaco, está la hipocresía religiosa que Brontë deja plasmada a través de un fino pero palpable sarcasmo, sobre todo a través de la figura del señor Bocklehurst, dueño del orfanato:
(Estas tres damas son nada más y nada menos que las señoritas Blocklehurst, sus hijas).–Señora –prosiguió él–, sirvo a un Señor cuyo reino no se encuentra en este mundo. Tengo la misión de mortificar en estas chicas los pecados de la carne, enseñarlas a vestirse con decoro y sobriedad, no con cintas en el pelo y costosos atavíos […]Las palabras del señor Bocklehurst quedaron interrumpidas por la irrupción de tres damas en la sala. Deberían haber llegado un poco antes para haber escuchado su discurso acerca de la modestia en el vestir, ya que iban espléndidamente ataviadas con terciopelos, sedas y pieles.
El fervor religioso resulta casi desproporcionado. Sin duda, una de los aspectos más sorprendentes es el poder que la moral cristiana tenía sobre la mente de los fieles y la fuerza del teocentrismo de la época.
En segundo lugar, no cabe duda de que este clásico de la literatura es uno de los primeros intentos feministas por transmitir un claro mensaje: la necesidad de equiparar la valía de hombres y mujeres en una sociedad muy arraigada en firmes valores patriarcales:
[…] Se supone que las mujeres aspiran a la calma, pero lo cierto es que mujeres y hombres comparten los mismos sentimientos. Ellas, al igual que sus hermanos, también necesitan ejercitar sus facultades y un campo donde poder concentrar sus esfuerzos. Las rígidas represiones y el estancamiento absoluto causan el mismo sufrimiento que provocaría en los hombres, y resulta patético que esos compañeros más privilegiados las confinen en el hogar, a hornear pasteles o zurcir medias, a tocar el piano o bordar bolsas.
Además, Jane es fiel a sus principios y se siente dueña de sus acciones. Es firme en sus decisiones y muestra una inamovible tenacidad ante cualquiera que intente doblegar su voluntad, en especial si se trata de un hombre. Ni toda la mala leche del señor Rochester, ni su pasión exacerbada, ni sus declaraciones de amor consiguen convencer a Jane para quedarse en Thornfield cuando (ALERTA SPOILER) se entera de que su patrón es un hombre casado.
Charlotte Brontë |
Tal vez, la única pega que le ponga a esta novela es que los últimos capítulos se hacen algo tediosos. Además, las descripciones llegan a ser abrumadoras por momentos, y las últimas páginas se hacen de rogar.
Pero, sin lugar a dudas, Jane Eyre es una novela impactante. La historia de las Brontë simboliza todo un misterio, pues todavía muchos se preguntan cómo es posible que tres hermanas apartadas del mundo hayan sido capaces de escribir obras tan profundas y conocedoras de las relaciones humanas. Tal vez la respuesta no importe tanto, solo el hecho de que sean tan increíblemente buenas.
Es un libro que también debería releer. Me encantó la primera vez y estoy segura que también lo disfrutaría más en una segunda.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola Sofía! Soy una enamorada de las hermanas Brontë y Jane Eyre es mi libro favorito <3 ¿Has leído Villete? También es de Charlotte y muchos dicen que esta es su obra maestra y no Jane Eyre. A mí me encantó.
ResponderEliminar¡Un beso!
Hola, Laura! Pues aún no lo he leído, pero lo tengo muuuy pendiente. A ver si me animo pronto y me gusta tanto como Jane Eyre :)
EliminarUn besazo!
Para mí será mi primera lectura, es uno de mis tantos clásicos pendientes desde hace mucho >.<
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Ay, las relecturas... no nos da la vida...
ResponderEliminarLeí en su momento este libro, claro. Pero, sinceramente, no es una relectura que haría :( Creo que hizo lo suyo en mí, como lectora, en su momento, pero ahora hay que seguir avanzando en lecturas (y sí, alguna relectura también) ;)
Un abrazo