Solo somos morbo

A veces veo las noticias en los medios de incomunicación y me entra una especie de náusea. Me parece impresionante que casi todos los periódicos digitales logren que sus artículos parezcan estar redactados por macacos con la capacidad emocional de una ameba. Ya más adelante explico lo de emocional.

Esta mañana, como muchas tardes y tantas otras noches, me he puesto a leer por encima las novedades de nuestra crónica social. Y lo que más llamó mi atención esta vez es la forma en la que los medios tienden a retratar las tragedias familiares y los dramas ajenos
Qué gusto les da escribir con ese cinismo repugnante. Cómo les encanta fingir que sienten pena a través de frases afectadas, artificiales, falsamente conmocionadas por la situación, cuando en realidad disfrutan sacando jugo a las desgracias de los demás para atraer lectores.




Lectores que a un solo clic acceden a una noticia carroñera sobre vidas privadas, matrimonios rotos, hijos desaparecidos. Afirman tener todas las causas del caso, aún cuando la policía ni ha llegado al lugar de los hechos. Saben todo sin haber preguntado a nadie, sin haber escuchado nada, porque ¿qué importan las verdades si las mentiras se venden como rosquillas? 

No estuvieron ahí para verlo, pero los medios milagrosamente conocen todos los porqués de un asesinato, publican fotos de la víctima robadas de sus redes sociales y dan a conocer a presuntos culpables con una velocidad de vértigo. Sacan punta hasta cuando una declaración consta de tan solo un "sí" o un "no"; son capaces de escribir 500 palabras por cada monosílabo del entrevistado. 

Más aún, qué decir de esa alucinante habilidad para indagar en la vida familiar de una persona que ha perdido a un ser querido en un accidente, en una fatal calamidad. Increíble cómo de un día para otro esa gente ve violada su privacidad porque su nombre, profesión, estado civil, clase social y hasta última comida están retratadas en las noticias más frescas de algún periódico de pacotilla que se empeña en mancillar el nombre del periodismo.

Y en medio de todos los titulares sensacionalistas, la tergiversación, la falta absoluta de sensibilidad y respeto por el dolor ajeno (ahora es cuando recuerdo lo de las amebas y su capacidad emocional nula), estamos nosotros. Los que leemos. Los que queremos más. Pulsando en el enlace, leyendo con espanto y fascinación, mirando de cerca los detalles, creyéndonoslo todo. 
Más culpables que ellos, nosotros, que les pedimos más. Porque, al final, solo somos eso: morbo.

Publicado el 22/5/2017


CONVERSATION

12 comentarios:

  1. ¡¡¡Hola!!!
    Opino igual, y añado más, la gente que opina en RRSS sobre la noticia que han leído/oído. Hace 15 días yo presencié un accidente horrible, un niño se cayó desde el paseo de la playa sobre un contrafuerte, eran unos 3 metros y cayó en piedra así que imagínate el golpe, de hecho estaba grave con traumatismo craneoencefálico aunque fuera de peligro. Ocurrió en un segundo, delante de los padres y la madre desesperada se tiró con el hijo.
    Pues esa noche, en el periódico que puso la noticia había un montón de comentarios llamando a la madre(al padre no le llamaban nada) mala madre, diciendo que no cuidaban a su hijo y todo tipo de barbaridades. Yo me imaginaba el dolor de esa madre con el niño en la UCI y la gente opinando sin saber lo que había pasado y sin saber nada de esa madre. Esto es solo un ejemplo pero tienes razón, somos unos morbosos.
    Besos y feliz semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es terrible, a veces lees cosas que te indignan y enferman en los medios y las redes sociales... Qué pena que hayan convertido el morbo en "periodismo", o viceversa.
      Muchas gracias Marigem e igualmente.
      Besos

      Eliminar
  2. Amarillismo periodístico. Desgraciadamente es un poder que hay que tener en cuenta, tergiversan, exageran, hacen juicios de valor, acusan, presuponen, lo hacen con una impunidad horrible, pueden señalar y acusar sin pruebas, y no se retractan. Hace tiempo que esa clase de periodismo da asco, lo peor es que nos estamos acostumbrando a que de nada que pase algo hay que sacar los trapos sucios sin más.
    Muy buena reflexión.
    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Totalmente de acuerdo. Hoy en día sólo se vende morbo. POrque es lo que más se demanda.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  4. No puedo estar más de acuerdo Sofía. Es estomagante... Muchas veces no hay respeto, sensibilidad en el buen sentido de la palabra, dignidad. A veces creo que les dan un bolígrafo o un micrófono a un chico o chica joven al que no le pagan mucho y le sueltan en el vertedero para que intente hacerse con la información como un buitre, y ellos creen que eso es periodismo porque así piensan que van a escalar. No sé es una impresión.
    Muy buena entrada.
    Un besazo.

    ResponderEliminar
  5. Por desgracia, los medios de comunicación se suelen mover por valores negativos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. No soporto las noticias ni las pseudonoticias basadas en lo que alguien, en un momento dado, tuiteó. Y días como hoy, sacan lo peor de mi
    BEsos

    ResponderEliminar
  7. Hola es la primera vez que visito tu blog :D Respecto a esta entrada , la verdad es que me pasa lo mismo ,yo paso mucho tiempo en facebook debido a páginas de ahi que administro ,y veo todas las noticias que circulas en los grupos y en páginas de pseudo reporteros independientes ,todas parecen sacadas de un periodico amarillista o de nota roja ,hay días en los que también me siento asqueada con todo lo que comentan ,cinicamente a diestra y siniestra , y las imagenes que suben son explicitas a más no poder , lo más duro es saber que efectivamente ,la sociedad es lo que les pide ,y eso es lo que vende , cosa que habla más de nosotros que de ellos por desgracia.

    me gustó tu blog ,seguiré dándome mis vueltas por acá saludos!

    ResponderEliminar
  8. Hay aún mucha reestructuración que hacer con los medios de comunicación; es una pena. Pero antes de eso, mucho hemos de mejorar las personas. Ya que en parte, como dices, producen lo que demandamos.

    Saludos, Sofía

    ResponderEliminar
  9. Es triste, pero es así. La falta de empatía, el exceso de ombliguismo, no sólo campa a sus anchas por las redes sociales, sino también en los medios de (in)comunicación, donde puedes ver, por ejemplo, cadenas de televisión que hacen campañas contra el maltrato por un lado, y por otro mantienen programas que fomentan todo aquello que está en las venas de un maltratador...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Somos morbosos por naturaleza, nos gusta contar y nos gusta saber, nos gusta más saber algo que sale de la norma, lo prohibido y lo indebido. Pero lo que ocurre con los medios digitales y las redes sociales es una porquería, y somos quienes la alimentamos. Y a nadie le interesa hasta que es él el protagonista de la tragedia y las burlas.
    Abrazos

    ResponderEliminar
  11. Pienso como tú, no entiendo la forma tan detallada de explicar las desgracias. Hace unos meses un hombre mayor se ahogó en una riada, pues sacaron las imágenes por la tela, y daba igual el canal. Yo pensaba ¿es necesario ver cómo el agua se lleva al pobre hombre? En fin, a esto hemos llegado!!
    Muy triste. Un besito!

    ResponderEliminar

BTemplates.com