¿Es verdad esa mentira?

Andaba yo corta de inspiración, inmersa en la procrastinación y la desidia, cuando de pronto apareció Flavita Banana para zarandear este cerebro que también empieza a estar de cuarentena. 
La imagen en concreto es la que utilizo en esta entrada, la cual viene acompañada de un texto maravilloso que podéis leer aquí. Y tanto la caricatura como el pie que la acompaña describen a la perfección lo que estamos sintiendo en estos momentos donde la verdad es tal durante muy poquito tiempo. 

Llevo días recibiendo información de los medios y las redes sociales sobre el virus, las medidas, las consecuencias, pero sobre todo del futuro. La gran pregunta ahora es qué va a pasar en los próximos días. El problema no es que carezcamos de respuestas, sino que lo que nos cuentan de un momento a otro deja de estar actualizado, porque, como bien dice Flavita, los yos del futuro no es que mientan (siempre), sino que dicen una nueva verdad
Y, por extraño que parezca, creo que ahora mismo poseemos una especie de privilegio ya que, por primera vez, somos conscientes de que todo lo que nos están contando puede no ser eterna o enteramente cierto. Sabemos a la perfección que estamos ante una situación sin precedentes, desconocida, y que por tanto la información nos está echando un pulso al verdadero o falso. 

Indudablemente, asusta pensar que, en estos momentos donde la verdad es tan necesaria, se nos haga tan escurridiza y cambiante. No obstante, lo que me aterroriza más aún es pensar que somos conscientes de que nada es del todo cierto únicamente porque la situación así lo requiere. Me explico: ahora mismo es cuestión de vida o muerte informarnos con la verdad, por muy mutable que sea. 
Sin embargo, cuántas veces, antes de esta pandemia, tomábamos como absoluto todo aquello que veíamos y escuchábamos a nuestro alrededor. Pensábamos que nuestra visión única era la verdadera, sin siquiera sospechar que otras futuras verdades vendrían a dinamitar lo que dábamos por sentado. 

En suma, otra de las muchas reflexiones que saco en limpio de todo esto es que deberíamos salir de este asunto si no más sabios, al menos más cautos. Tal vez, a partir de ahora estemos más lúcidos para detectar las mentiras que son verdad, las verdades que son mentira y el hecho de que estar muy informado no implica necesariamente estar bien informado, independientemente del virus que amenace con acabar con todo lo que creíamos saber, entre otras cosas.


CONVERSATION

10 comentarios:

  1. En una sociedad que razona en términos mercantiles y no en términos de seguridad, protección, bienestar para todas las personas, vengan de donde vengan, la vida corre peligro, es lo que ha pasado por mucho que le echen la culpa a un pobre pangolí.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Ahora lo miramos desde el susto, luego recuperaremos el ritmo y todo será casi igual, casi porque tendremos muchos muertos. Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Es increíble que en una situación como la actual todavía se estén enviando tantos bulos por las redes. Yo siempre he sido muy cauta con esas cosas y nunca he compartido ninguna de esas noticias que llegan por doquier. Ahora mucho menos, por supuesto, pero me llega de todo. No creo que de esta salgamos menos preparados para recibir la información. Yo sigo viendo a la gente igual de dispuesta a creerse todo lo que llegue por el twiter o por el Watsapp. Igual es que yo soy muy escéptica y tengo poca fe en el ser humano.
    De todas formas, interesante reflexión.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Dejas mucho en qué pensar Sofi. Hay tantas cosas que se están sobre la mesa pero me temo que la mayor parte de ellas ahí se quedarán. Y las cosas acá se pondrán horrendas, mucho me temo.
    Te abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Si no más cautos, al menos sí deberíamos salir de esta crisis más recelosos sobre lo que nos cuentan. Quizás eso nos llevara a no engullir las verdades oficiales sin masticar siquiera. Yo en otros ámbitos no lo sé, pero en el sanitario ya te digo que nos están contando muchas mentiras y que algunas verdades solo duran un día. Al siguiente mutan, como los propios virus.

    Suele decirse, que "Dios nos pille confesados" :(

    Buena reflexión, Sofía :))

    ¡Un beso!

    ResponderEliminar
  6. Opino igual que Rosa Berros, cada día una indignación por los bulos que me llegan al whatsapp. Audios falsos, vídeos falsos, noticias falsas... qué hartura de gente. Y qué hartura de teorías de la conspiración, que abundan en épocas de incertidumbre, porque dan confort frente al caos que vivimos.
    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
  7. Sabes no es tener más información. El mundo es tan cambiante en estos tiempos (ya antes de la pandemia, ésta es sólo un ejemplo de ello) que lo que ahora es verdad deja de serlo al instante siguiente, sin que implique que haya sido mentira.

    Sería bueno que saliéramos de ésta con algo más de lucidez. Con eso ya me daría por satisfecha.

    Interesante tu espacio. Gracias por guiarme hasta aquí

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  8. Hola.
    Yo ignoro toda la información que veo en Redes Sociales, suelen ser bulos.
    Respecto a la información que da el gobierno...uffff, eso es un terreno pantanoso porque hay mucha gente a la que habría que decir la verdad, claro qu esí, pero hay gente a la que hay que dosificar porque si de mano hubieran dicho, por ejemplo, lo largo que iba a ser el confinamiento, antes del estado de alarma habrían vaciado los super y tendríamos escasez de cosas.
    Una amiga trabaja en un super el miércoles pasado vio varias peleas dee gente(señoras mayores) por harina y levadura, pero peleas de tirarse del pelo...en fin. Y eso ahora que tienen qu eir solas y la compra es más "medida", imagínate hace mes y medio, vacían el super porque irían con coche y cargarían sin pensar en nadie más.
    A ver si salimos siendo cautos y ya de paso, cuiddadosos con el planeta.
    Feliz semana.

    ResponderEliminar
  9. He dicho tanto o, mejor dicho, he escrito tanto sobre este tema que hasta me da pereza repetirlo, je,je. Y es que, claro, como tengo a los blogs que sigo por orden alfabético, pues "Pienso, luego escribo", está hacia el final de la larga lista y cuando llego aquí ya todo lo tengo dicho y escrito. Como es normal, esta pandemia ocupa muchos de los blogs amigos y resulta hasta cierto punto repetitivo leer las refexiones ajenas y contestarlas todas.
    Para ser lo más breve posible y cabiar un poco el tono de mis reflexiones al respecto y a colación de lo que expones, diré que todo lo que estamos viviendo solo ha hecho reafirmarme en mi falta de fe en el ser humano como alguien en quien confiar. Ha llegado un mometo, ¡horror!, que los embusteros saben mentir tan bien (casi se han profesionalizado), que ya no distinguimos la verdad de la mentira. Si hasta los científicos, los expertos a sueldo del Gobierno, han cambiado de discurso y se han vuelto más "amables" ante la pandemia, para dejar bien a sus jefes, apaga y vámonos. ¿Que si después de esto todo cambiará y habremos aprendido la lección? En absoluto, seguiremos siendo tan egoístas como siempre y a los que ahora adoramos y aplaudimos volverán a ser los parias de siempre, ignorados, cuando no vilipendiados. Y cobrando la misma miseria de siempre. Somos un país donde predominan las palmaditas a la espalda y los aplausos desde los balcones, mientras se les prohibe que vuelvan a sus domicilios a esos "héroes", que combaten la enfermedad en primera fila, para poder descansar, no sea que esos malditos bastardos nos contaminen. ¿Hipocresía, maldad, egoismo, ignorancia? Qué más da. De todo un poco.
    Solo espero que los que sí han demostrado un ápice de solidaridad y generosidad, después de esto todavía sean mejores personas e inclinen, de este modo, un poquitín la balanza hacia el lado bueno de esta vida.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Qué curioso, hace tan solo unas horas le comentaba a Julia que la naturaleza nos ha demostrado lo vulnerables que podemos ser y creo que deberíamos de una vez por todas aprender a ver cuales son las cosas de verdad importantes.
    Cuídate!

    ResponderEliminar

BTemplates.com