El silencio de los corderos

Hannibal Lecter es un nombre que produce escalofríos con solo pronunciarlo, tanto si se ha visto la película como si no. Y es que por mucho que pase el tiempo (El silencio de los corderos se estrenó en 1991, que suena a poco, pero no) este filme sigue calando en lo más hondo, profundo y frío de cualquier espectador, y en honor a la verdad, es más que comprensible.

¿CUÁL ES EL ARGUMENTO?

Esta es otra de esas historias más que conocidas por el público. Hannibal Lecter (Anthony Hopkins) es un psiquiatra que ha sido encerrado por practicar el canibalismo. Años después, comienzan a producirse una serie de crímenes en serie que podrían estar relacionados a un nuevo asesino de este tipo, así que la joven agente del FBI Clarice Starling (Jodie Foster) es la encargada de reunir pistas e interrogar a Hannibal para dar con su identidad. No obstante, entre ambos se establecerá una relación más cercana de lo que cabría esperar.



¿POR QUÉ SE HA CONVERTIDO EN UN CLÁSICO?

Pues porque obviamente es una buena película; porque cuenta con muy buenos actores -que además ganaron el Óscar por sus interpretaciones- y porque el argumento y la temática fueron realmente impactantes en su momento. Y este último es uno de esos puntos que tiene una gran importancia en cuanto a repercusión se refiere. De hecho, recuerdo haber preguntado en más de una ocasión a quienes la vieron ese mismo año, en el que yo ni siquiera había nacido, opiniones sobre esta cinta, y por norma general recibía casi siempre la misma contestación: "Es una película muy fuerte".

Sí, no cabe duda de que es escabrosa, opresiva, inquietante, fuerte, aunque sí es cierto que me esperaba mucha más sangre, incluso más salvajismo, y con lo impresionable que soy, he de decir que por la noche pude dormir tranquila. Lo que quiero dar a entender, básicamente, es que el tiempo (y esto me ha pasado ya con muchas películas del estilo) en cierta forma sirve como atenuante, especialmente en el cine de misterio y asesinato. 

De hecho, con esta película aprendí dos cosas: 1) que existen enfermedades mentales monstruosas y perturbadoras, y 2) que la forma de hacer cine ha cambiado enormemente en poco más de veinte años. Si El silencio de los corderos se hiciese en la actualidad, seguramente se resaltaría mucho más el morbo, la violencia, la locura... y aún así es posible que la gente que no se asustase demasiado.  


En cambio, aquí la tensión es acumulativa, las tomas a los rostros y las expresiones de los actores tienen mucha importancia no solo a nivel técnico, sino que también van en relación con el significado, con la exaltación de ese misterio que envuelve a toda la película, un misterio que se hace esperar y llega a su punto álgido para después recobrar "la calma".

En este sentido, hubo otro detalle que también me sorprendió. Es indiscutible que Hannibal es el protagonista de esta historia, o al menos tiene todas las papeletas para serlo. Sus diálogos perspicaces, sus miradas penetrantes, su comportamiento educado y, cómo no, ese pequeño detalle del canibalismo lo convirtieron en todo un clásico del cine. 

Pero al ver la película, me pareció que la trama en sí misma la forman y la protagonizan también los otros personajes y hechos paralelos, tanto o más que él, sobre todo por el segundo asesino y la propia agente Starling, de manera que no se centran únicamente en Hannibal ni explican su pasado o cómo llegó a ser lo que es, sino que lo utilizan más bien como un método para avanzar hacia delante y encontrar explicación a los sucesos del presente.

Después de todo este rollazo, creo que va siendo hora de ser un poco más concluyente. En mi opinión, El silencio de los corderos tiene su fama bien merecida por lo que ya he explicado. No hay duda de que es una historia que pone los pelos de punta, que siembra una sensación perturbadora en tu mente y que te atrae y repugna a un tiempo. Y aunque hoy no te cause tanto miedo como antes, sabes que, quieras o no, siempre le guardarás un cierto respeto al acordarte de ella. 




CONVERSATION

7 comentarios:

  1. Ni he visto la película ni he leído el libro, pero supongo que es una película más "suave" que, por ejemplo, las de Saw (por citar alguna más actual).
    Tengo ganas de verla porque es un clásico que marcó época.
    Un saludo :)

    ResponderEliminar
  2. He visto la peli ya varias veces...y es curioso lo que comentas de que si se hiciera ahora se centraría más en el morbo...no lo había pensado nunca pero creo que tienes toda la razón.
    Te ha quedado estupenda la crítica.
    Un beso!

    ResponderEliminar
  3. Vi la película, leí el libro... y lo mismo con su continuación. No sé cómo sería ahora si se hiciera, pero sé que en su momento me pareció muy buena película y que aun me lo sigue pareciendo...

    Besos

    ResponderEliminar
  4. Esta película es todo un clásico, como tú dices y Hannibal es un personaje que ha perdurado muchos años y aún así sigue generando temor. Jamás he visto la película, por el hecho de que soy algo cobarde; y puede que tal vez no me afecte tanto ver el filme, pero aún así prefiero no arriesgarme jajaja.

    Un abrazo :)

    ResponderEliminar
  5. Vi la película hace años pensando que me iba a asustar, pero no lo hizo. No sé que pensaría ahora si la viera, pero en su momento me pareció muy buena.

    Un beso!

    ResponderEliminar
  6. La verdad es que la gente, en pleno siglo XXI está más que curada de espanto.
    Me pasó algo parecido a lo que comentas. Hace unos meses vi con mi hermana película de "terror", una que había visto ya, hace casi diez años. Pues bien, en su momento, me pareció una película terrorífica y de lo mejor que se ha hecho en cuanto a terror: pues bien, al volverla a ver, me resultó de lo peor, era patética, y mi hermana se quedó con cara de: ¿Esta es la que daba tanto miedo?. Con esto quiero decir que sea por la edad, o por la violencia a la que cada vez estamos más acostumbrados, hacen falta cosas "muy fuertes" para que reaccionemos de alguna manera. Supongo que es algo así como al que está acostumbrado a beber, que al principio con nada caía redondo, pero que ahora necesita cinco de lo mismo, para caer.

    Y ahora a lo que iba: he visto la película y he leído el libro. He de reconocer que solo me acuerdo de lo esencial. El libro me dejó muy buenas sensaciones, lo leí de muy pequeña, y sí que me impresiono. Uno de los mejores libros que he leído, sin embargo, no sé si me atrevería a releerlo, ya que quizás me lleve un chasco.

    ResponderEliminar
  7. Esta la vi hace una eternidad y recuerdo que casi me hizo morderme las uñas. Luego me compré el libro, pero ya no era lo mismo, habían pasado demasiados años
    Besos

    ResponderEliminar

BTemplates.com