Un libro raro, bastante raro. Las vírgenes suicidas era una de esas lecturas que tenía pendientes desde hacía tiempo; el otro día lo encontré por casualidad en la biblioteca y sin pensármelo mucho me lo llevé a casa. Y sí, no es una novela muy común, la verdad. Ya me ha ocurrido otras veces no saber con exactitud qué me ha parecido un libro, si en realidad me ha gustado o no, y este es un ejemplo de ello.
Jeuffrey Eugenides, el autor, tiene un estilo muy propio, que en lo personal me gustó bastante. En general la expresión y la descripción son buenas, introduce de vez en cuando alguna metáfora o reflexión, y la forma de narrar en sí es agradable. No obstante, la historia y el hilo argumental son bastante extravagantes, pero digamos que se ven atenuados por esa forma "dulce" de contar los hechos.
Las vírgenes suicidas está contada en primera persona, pero del plural. Hay una voz central implícita en el nosotros, pero nunca llegamos a saber de quién se trata. Quienes cuentan los hechos son los vecinos de las hermanas Lisbon, las auténticas protagonistas, pero nunca dan sus nombres ni rasgos que los identifiquen. Cinco hermanas de una belleza pura y virginal, propia de la poesía bucólica: rubias, blancas, inocentes e ingenuas. O al menos en apariencia.
El título en sí mismo es un adelanto de lo que va a ocurrir, del hecho principal de la novela: las cinco hermanas terminan suicidándose. No, no acabo de hacer spoiler, es un acontecimiento que el narrador ya desvela desde la primera página. Asimismo, desde el comienzo de la novela sabemos que existe algún misterio en torno a la familia Lisbon, pero un misterio en un sentido... yo diría que espiritual. Un aura de tristeza y encierro rodea la casa de las chicas, algo en sus vidas que las hace prisioneras, que las oprime. Según se da a entender (o yo al menos lo capté así), la culpa de los suicidios reside en la educación que reciben las hermanas. Su padres son personas muy religiosas, puritanas, y la lista de limitaciones que ponen a sus hijas es bastante inflexible, en especial las que tienen que ver con salir de fiesta o salir con chicos.
Las niñas crecen en un ambiente que no les permite desarrollarse ni ser felices, lo que se ve agravado cuando Cecilia, la menor de todas, decide poner fin a su vida durante la primera fiesta que sus padres les dejan celebrar en casa. Sí, sé que al hablar de cinco hermanas que se suicidan pensamos al instante en una novela cargada de dramatismo, pero lo curioso, como dije, es que no se relata así. Por supuesto, se deja constancia de la tristeza de un suceso tan trágico, pero en ningún momento se nos pone el corazón en un puño ni se nos hace un nudo en la garganta, por así decirlo. Es la naturalidad de la narración lo que hace el libro tan raro.
Volviendo al tema del narrador: decíamos que la novela se cuenta desde el nosotros (algo ya de por sí poco frecuente), y que son los vecinos de las Lisbon quienes todo lo ven y todo lo saben de ellas, hasta tal punto que llegas a preguntarte cómo es posible que tengan tanta información.
Sí, en algunas ocasiones establecieron contacto directo con las hermanas, pues eran chicos con la misma edad que ellas, y que además estaban loca, total y perdidamente enamorados, pero hay partes que no te terminan de cuadrar. Para empezar, esa especie de obsesión que no se disipa ni con los años no es muy realista, y más tratándose de amores adolescentes. Lo que quiero decir es que los vecinos de las hermanas viven constantemente espiándolas, vigilando sus vidas, suspirando por sus huesos y ver cómo hacen el amor en los tejados (ejem, ejem). Francamente no me gustó mucho esa persistencia, esa idealización taaan prolongada.
Y bueno, ahora mismo no se me ocurren muchos más detalles que demuestren que hay partes poco convincentes, y las que me vienen a la mente me parece que es mejor descubrirlas con la lectura de la novela. ¿Que si me gustó? En conjunto diría que no está mal, si obviamos esas cosillas de las que os he hablado. No es una grandiosísima novela y todo hay que decirlo: puede que esté un poco sobrevalorada, pues en su momento fue un éxito de ventas. Repito que sí, no está mal y se deja leer, pero no es para tanto. Es rara, bastante rara, pero fuera de ello no tiene nada que llame tanto la atención.
En 1999 Sofia Coppola se encargó de dirigir una película homónima, y es muy posible que dentro de poco le de un vistazo y si merece la pena, también le dedicaré una entrada en el blog. Quién sabe, igual hasta me gusta más la versión cinematográfica... aunque no me suele ocurrir, pero bueno.
El libro no lo he leído (qué curioso, ayer estuve en la librería y lo tuve en mis manos, pero no llegué a comprarlo), pero vi la película hace poco y me gustó. Quizás le de una oportunidad al libro algún día.
ResponderEliminarTe devuelvo la visita y me quedo también por aquí, que me ha gustado mucho tu rinconcito. Y sobre esta novela, pues no sé, no sé. Me dejas con la duda, que por un lado me atrae, pero por otro, si no es imprescindible, y con tanto por leer...
ResponderEliminarBesotes!!!
La peli la he visto y no está mal...el libro en un principio no sé si lo leeré. Yo también pensaba que iba a tener más tintes dramáticos la verdad.
ResponderEliminarUn beso!
Gracias a las dos! Tengo ganas de ver la peli, seguramente en cuanto tenga vacaciones me anime a verla, pero bueno, tampoco me espero gran cosa.
ResponderEliminarYo he visto la peli así que descarto leer el libro aunque si leí Middlesex, del mismo autor y lo recomiendo.
ResponderEliminarmmm, la peli también me parecía rara, asi que todavía no me he arriesgado con ninguna de las dos, no descarto hacerlo, pero no está entre mis prioridades. Un besote!!
ResponderEliminarTambién me llama bastante la atención Middlesex albanta, y Meg yo me arriesgaré con la peli, aunque puede que me resulte muy familiar al libro. Saludos! Y gracias por comentar :D
ResponderEliminarLo tengo hace tiempo en la estantería pero no me decido y es que tengo una lista taaaan larga de libros pendientes que creo que este va a tener que esperar un poco más. besitos :)
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