Tres son las novelas que me he leído de Jane Austen: Sentido y sensibilidad, Orgullo y prejuicio y Emma, por ese orden. Puedo decir con total seguridad que ha sido esta última lectura la que más me ha gustado, y con diferencia. Para empezar, debo hacer una confesión: Jane Austen no es de mis autoras favoritas. Por supuesto no niego que es muy buena y sus historias en general guardan una acertada crítica de la sociedad de su época, pero no os engaño. Sentido y sensibilidad me pareció bastante aburrida, y Orgullo y prejuicio me gustó. Punto, sin más. 

Son más que nada sus personajes los que no me terminan de convencer, en especial ese prototipo de "chica inocente" que predomina en sus obras. No obstante, Emma, la protagonista de esta novela, rompe bastante con ese molde para presentar un personaje, en mi opinión, mucho más interesante. Es básicamente su personalidad la que hace esta historia algo diferente, puesto que no es ni tan inocente ni tan bondadosa como las otras. Al contrario, es una chica más bien presumida, algo vanidosa, segura de sí misma y con cierto carácter, y que además mete la pata en muchas ocasiones por pensar que todo lo que ella hace y piensa es correcto, y que incluso llega a experimentar algo de envidia o inseguridad cuando alguien parece superarla. En resumen: una mujer más cercana a la realidad. Además, tenemos ese punto a su favor que, en contra de cualquier convención social, Emma no está dispuesta a contraer matrimonio.

Por añadido, el resto de personajes me pareció también mucho más variado que en las otras novelas. Como digo, se alejan de la monotonía de personalidad para mostrarnos un abanico mucho más amplio, de modo que unos son amables (las Bates), otros malhumorados (el señor Knightley), otros definitivamente insoportables (los Elton, en especial la mujer) otros algo tímidos y reservados (Jane Fairfax), etc. Como resultado, obtenemos una trama bastante más entretenida y variopinta, que era lo que yo echaba un poco de menos en las obras de Austen, además de que en más de una ocasión me sorprendieron los hechos en relación con los matrimonios que se formaban. En ese sentido, la autora juega muy bien con  las apariencias y las intenciones de cada uno de los personajes, pues como suele ocurrir, nunca sabemos realmente cómo piensa y cómo va a actuar una persona, por mucho que la conozcamos (o creamos conocerla).

Como es lógico, el matrimonio y las costumbres sociales siguen ocupando el lugar central del argumento, y ese toque entre pícaro e ingenuo también forma parte indispensable del estilo de la escritora. 

En resumen, este es mi preferido. Por supuesto tengo pensado leerme más obras de Jane Austen, pero por el momento me quedo con Emma, novela en la que hay un poco de todo y en la que sin duda tanto la protagonista como el resto de dramatis personae lograron transmitirme mucho más y hacer que me introdujera de lleno en la historia de ironía y apariencias que se nos presenta. 

En el año 1996 se hizo una adaptación cinematográfica, con Gwyneth Paltrow y Jeremy Northam en los papeles de Emma y señor Knightley. Por norma general, estas películas suelen ser bastante fieles al libro. Esta verisión de Emma a mí personalmente me pareció entretenida, y los personajes antes nombrados son bastante similares a la novela. El resto difieren un poco de los originales, por ejemplo Harriet me pareció demasiado tonta. Es cierto que en la novela no es de los personajes más perspicaces, pero en la cinta se hace más pesada de lo que realmente es. Un personaje que se reproduce muy bien es el de la señora Elton. Para Emma (y para mí) era una persona a la que simplemente no podía soportar, y supieron crear una de esas personalidades cuyos comentarios te hacen suspirar con impaciencia o poner los ojos en blanco.

Además, se da un toque de humor en muchos momentos de la trama, cosa que también me agradó y me arrancó una sonrisa más de una vez.