Parece que haya transcurrido una eternidad desde que me leí la saga de Flores en el ático. Desde entonces, V. C. Andrews es una autora de la que guardo un recuerdo bastante especial, pues como ya dije en su momento, la historia de los Dollanganger me marcó bastante.
Aún así, ya en algunos títulos de dicha saga me di cuenta de que Andrews suele valerse siempre de recursos muy similares para todas sus novelas; todas ellas parecen girar en torno a una misma línea argumental que, siento decirlo, se hace repetitiva. Estas serían más o menos esas características comunes en todas las historias de esta escritora:
- Protagonista femenina que normalmente posee algún don especial (música, baile); grandes y sombrías mansiones, secretos y conflictos familiares.
- Belleza física excepcional, una buena parte de los personajes suelen ser no ya guapos, sino hermosos, bellos (adjetivos muy utilizados en la narración), especialmente la protagonista.
- Muertes, normalmente de un familiar querido. Además, suelen producirse más de una y de forma abrupta y melodramática.
- Sexo, bastante sexo, y hombres malvados (todos indujeron a un engaño a alguna mujer o presentan personalidades perversas o violentas).
- Pasiones prohibidas, traiciones.
- Drama, mucho drama.
- Estilo algo cursi, melodramático.
- Si eres bella consigues todo en la vida, en especial el amor de un hombre; cuando eres fea o normalita y ya no tan joven, corres el riesgo de perder a tu amado y no conseguir tus objetivos en la vida (tema que me sacaba de quicio durante la trama).
Y sí, en general sus historias son entretenidas a más no poder, pero al mismo tiempo bastante predecibles por todos estos puntos mencionados, que también aparecen en el libro de Mi dulce Audrina. Audrina nos cuenta su historia desde su niñez, cuando vive en un enorme casa junto a sus padres, su tía y su odiosa prima Vera, hasta aproximadamente sus 20 años. Una vida de sufrimientos, dolor, desgracias, pero sobre todo una tortura que la acompañará durante sus primeros años y que marcará el curso de su destino: no puede recordar ningún suceso anterior a cuando tenía 10 años. Hay en su mente agujeros negros que la confunden y le hacen preguntarse cuál es su pasado.
Si hay un aspecto que quiero destacar, es el tema del sexo, por el tratamiento que recibe en todas las novelas de V. C. Andrews. No es que sea un tema tabú, más bien al contrario, son numerosas las escenas eróticas y las descripciones de relaciones sexuales; de hecho diría que es uno de los temas centrales de su obra, pero muchas veces el sexo es visto desde una perspectiva inmoral, como si fuese algo malo, impío, pecaminoso. También es cierto que no es la primera vez que este tema es visto así, pero creo que en el caso de esta autora es bastante... exagerado. Eso y que los hombres son siempre los malos de la película, solo utilizan a las mujeres para "satisfacer sus apetitos". Que sí, vale que los tíos solo pensáis en una cosa (me estoy refiriendo a la mecánica cuántica, que nadie se me ofenda), pero por dios, soy chica y hasta yo me sentí ofendida, todos los hombres son más parecidos a violadores que a otra cosa.
Así como me creí y disfruté con Flores en el ático o Pétalos al viento (para mi las mejores de la serie con diferencia), Mi dulce Audrina se me hizo bastante pesada, muy predecible e incluso en ocasiones me molestó, por lo inverosímil y por hablar en torno al mismo tema durante toooda la novela: mujeres guapísimas que consiguen lo que quieren de los hombres al contonearse y pestañear, abuso del melodrama, diálogos cursis, poca credibilidad, etc.
Que conste que para mí Andrews es una buena escritora, tiene una capacidad increíble para atraer tu atención y crear y estructurar historias bastante impactantes, pero creo que abusó demasiado de sus recursos típicos, y llegó un punto en que se agotaron. No hace falta que os diga que antes de aventuraros con este libro leáis los mencionados arriba, pues creo que merecen mucho más la pena.
Leí hace años Flores en el ático que me encantó. Y luego seguí leyendo libros de la autora, pero terminó aburriéndome, porque como dices, siempre son iguales. Sólo cambia los nombres y siempre es la misma historia... Así que no creo que me anime con éste, que por lo que cuentas, es más de lo mismo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Quiero leerme la de Flores en el ático...de hecho la tengo ya en casa de mimadre que se la releyó hace poco y aproveché a llevármela a mi casa....a ver si la adelanto que llevo proponiéndomelo desde marzo jeje
ResponderEliminarY viendo lo visto...por ahora no creo que lea más aunque sé que mi madre tiene partes u otras sagas.
Un beso!
Es el mejor con diferencia, guardo un recuerdo imborrable de ese libro. Gracias chicas! :)
ResponderEliminarAy! Sí: tienes razón. No recuerdo los títulos, pero después de leer "Flores en el ático" leí algunos más y era siempre la misma historia... De todas formas, recuerdo que los leí siendo adolescente y me encantaron.
ResponderEliminarAbrazo!!
Vi esta obra en película y tengo que decir que fue un bodrio. Sé que a veces las pelis no hacen justicia a los libros, pero oye, la historia era malísima. Biquiños!
ResponderEliminarA mí sí me gustó la película. De hecho la Vi hace dos o tres días atrás en el canal Lifetime y me pareció si bien pesado y giraba en torno al trauma que no dejaba de explotar hasta el final me pareció que la relación entre Arden y Audrina es pura, inocente por el lado de ella, Arden apasionado y pues apuesto, me gustó el Arden de la película porque por ahí leí que él en la novela si se acuesta con la prima.
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