Hechizo fue una de esas novelas que encontré por casualidad. 

El día del libro se celebraba en mi instituto montando un "minimercadillo" de libros y por cada compra te regalaban un clavel. Por entonces yo tendría unos 13 años, y ya comenzaba a engancharme al mundo de la literatura. 

Si hay algo que recuerdo de ese día, es la inmediata atracción que produjo la portada en mí. Sí, ya se sabe que un libro (o cualquier otra cosa)  no debe juzgarse por su aspecto exterior, pero por desgracia el marketing consigue bien su objetivo de entrar por los ojos y vender. 

Sea como sea, algo en su portada me llamó en seguida la atención, y lo cierto es que hacer caso de mi intuición fue una buena idea. Sin duda alguna, Hechizo se convirtió en una de esas novelas que recuerdas con el paso de los años. Se vende como un libro juvenil, pero desde mi punto de vista es una historia bastante adulta, en especial por el estilo narrativo, bastante culto y detallado. 

La novela cuenta la historia de dos hermanas, Mercy y Charity, quienes viven con su padre en una mansión rodeadas por un ambiente sombrío y tétrico: el invierno y la noche son perpetuos, y cuando sale el sol, las niñas son obligadas a dormir. A raíz de la aparición de una flor en la almohada de Mercy, comenzarán los interrogantes y pesquisas que llevarán a ambas a descubrir los secretos del pasado de su familia.

El libro está lleno de misterio y sobre todo cargado de imaginación. Recuerdo que el desarrollo de la trama te mantenía alerta hasta el final, el cual por cierto a mí me gustó y sorprendió. 

FICHA