Más allá de esta realidad cotidiana, en la que todo parece un simple escenario de teatro en el que forzosamente hay que actuar, existe un mundo por el que se escapa mi alma.
Un mundo onírico y abstracto, tan fuerte a veces que semeja convertirse en realidad. Lo que allí vive y puebla surge todo a partir de mi imaginación, una imaginación que en ocasiones se desborda y me muestra mundos, seres que perturban mi paz.
Felicidad y dolor me son brindados aleatoriamente por no se sabe quién o qué. Alguien espera ahí, en el interior de las frías sombras de ese mundo, manejarme cual títere y conducirme hacia derroteros que yo preferiría no descubrir.
Mi destino, tal vez, es dejarme arrastrar y consumir por ese extraño universo de sueños que se fabrican y destruyen sin descanso.
Mucha profundidad en esta gran filosofía verbal.......
ResponderEliminarJUMACACO