El ladrón de palabras

Al parecer, esta película ya se estrenó en 2012. Por una razón u otra, la verdad es que yo no había oído hablar de ella en ningún momento. Pero en cuanto vi el tráiler, supe que sería una muy buena opción para estas noches de estudio previas a los exámenes.
Tiene un argumento muy literario, muy próximo a una realidad que viven miles de personas: el deseo de escribir y publicar un libro. Clayton Hammond es un joven con esta gran ambición, y está dispuesto a luchar por su sueño. No obstante, las dificultades obstaculizan continuamente sus deseos. Su vida va pasando con su novia Dora, entre amor, problemas económicos, palabras inconclusas, repartición del correo (es repartidor del correo en una agencia literaria, nada más y nada menos). Por fin, un día Clayton termina su novela. Y sí, también la lleva a una agencia literaria en donde el director de la misma le dice que sin duda su obra es brillante, sublime, artística y profunda... pero no puede publicársela, no puede apostar por ella porque no es rentable. Desmoralizado, el protagonista vuelve a casa.
El tiempo pasa y su vida continúa, esta vez con una grata noticia: va a casarse con Dora y se marcharán de luna de miel a París. Es en la ciudad del amor donde la vida de Clayton dará un giro de trescientos sesenta grados, donde se producirá un hecho que modificará el curso de su destino. Tras la insistencia de su esposa, ambos entran a una tienda de antigüedades parisina. El joven encuentra de pronto un maletín de cuero negro en muy buenas condiciones, y tras verlo, Dora decide comprárselo para que en él guarde sus escritos. 

Aunque Clayton en un principio no se muestra muy convencido, termina por aceptar. Sin embargo, en él no puede guardar nada porque simplemente no consigue escribir nada. Hasta aquella noche en que encuentra por casualidad esa historia. Ésa historia que acabará más tarde con sus frustraciones y ansias por llegar a ser un gran escritor. En el maletín encuentra una novela entera, inventada y mecanografiada muchos años atrás por alguna mano anónima, sumergida ya en el pasado. Y lo hace, sí, Clayton copia todas y cada una de las palabras de su descubrimiento en el ordenador, "sin cambiar una coma". Y sí, la hace suya, la envía a una agencia literaria, y su sueño se convierte en realidad: en poco tiempo es el escritor más exitoso del momento. Acude a entregas de premios, galas en su honor, firma libros. No puede ser más feliz. 

Una tarde, mientras lee tranquilamente sentado en un banco, un anciano aparece y se sienta junto a él. Desde el principio se muestra un tanto irónico y cortante con el escritor, pero aún así le pide que le firme su ejemplar, alabándolo por su magnífica obra. Tras un breve pero intenso diálogo, el anciano confiesa ser el auténtico autor de la novela, acusando a Clayton de ser un plagiador. No obstante, él ya no busca ni venganza, ni dinero, ni reconocimiento, tan solo quiere que el joven escuche su historia y por qué la escribió, y además hacerle entender que ahora debe aceptar las consecuencias de su mentira. Ante tal dilema, ¿qué hará Clayton? ¿Seguir atribuyéndose un mérito que no es suyo, o sacar la dura verdad a la luz?

La cinta plantea un tema verdaderamente interesante por numerosos aspectos. En primer lugar, se refleja esa realidad de los sueños, tan difíciles de cumplir, en especial para aquellos que aspiran(mos) a ser escritores. No solo basta con escribir una buena historia, sino que además hace falta que te la publiquen, y tener éxito, de modo que pasas un auténtico calvario. Recibirás continuos rechazos y buscarás en vano la perfección. Y no, no solo llega con que seas bueno, te hace falta suerte y que al público le guste lo que escribes. Sí, es bastante desolador, pero muy próximo a la realidad.


Además, la situación en la que se encuentra el protagonista da mucho que pensar. Por supuesto, ahora en frío todos pensamos que la conducta de Clayton es despreciable, pero ¿cuántas veces se han visto actitudes así, ante momentos de desesperación? No, está claro que a todos nos gusta pensar que no lo haríamos si estuviésemos en su lugar, pero oh... a veces las cosas hay que vivirlas en la propia piel. No, bajo ningún concepto lo estoy justificando. Es muy injusto recibir la recompensa a cuesta del trabajo ajeno, y más tratándose de algo tan personal como un libro, pero en fin, debe ser una situación horrible en la que espero no estar jamás. A pesar de todo, me parece que es un argumento muy interesante, que te hace reflexionar. Los sueños y los deseos son verdaderamente difíciles de cumplir, y a veces se recurren a soluciones extremas cuando crees que estás a punto de alcanzar tus objetivos. Que no nos pase nunca.
En cuanto a la ambientación, debo decir que en general es muy buena, los actores son formidables (sobre todo el atractivo protagonista, Bradley Cooper) y el ritmo es dinámico durante toda su duración, además de que está perfectamente estructurada.
Una elección estupenda tanto para los cinéfilos como para los amantes de la literatura. Y si sois una mezcla de ambas cosas, pues mejor todavía. 

CONVERSATION

3 comentarios:

  1. No he visto la peli pero no me disgusta, yo me la apunto que hay muchas veces que no sé que ver.
    Un beso!

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  2. Yo fui a ver la película en el cine (mayormente porque Bradley Cooper me encanta) y la verdad es que, aunque me gustó mucho, no sé si llegué a entender del todo el final; me dejó durante varios días pensando y no conseguí llegar a ninguna conclusión. Quizás la vuelva a ver pronto.
    ¡Me ha gustado tu blog! Ánimo con él :)

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  3. ¡Hola de nuevo! Solo venía a avisarte de que tenemos el gadget de seguidores justo al final del blog :)

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