No disparen al cinéfilo

¿Habéis ido al cine últimamente? Si la respuesta es no, es perfectamente comprensible, las entradas parecen estar a precio de oro. Y si la respuesta es sí, es posible que, como yo, os lo hayáis pensado antes muy bien, eligiendo una película que medianamente valiese la pena.
Dios mío, me entristezco al pensar en lo vacías que están las salas incluso en los días de un estreno. Me pasó con películas como Ana Karenina o Tesis sobre un homicidio. Es llegar, sentarte en tu butaca, mirar a los extremos y sentirte como en un desierto. Como estar en casa solo, sentado en tu sofá, solo que la sensación de soledad y pérdida es bastante más profunda.


Como todos sabemos, esta subida en el precio de las entradas es una de las catastróficas consecuencias de la crisis. Este no es un blog de política y aunque el tema da para muchos debates, no voy a realizar ningún tipo de crítica contra la misma; tan solo me limitaré a expresar mi rabia contra esta penosa situación. ¿Por qué la cultura tiene que ser atacada de esa forma? Es dar un paso atrás muy grande, es destruir con los pies todo lo que costosamente se había construido con las manos. Vale, igual películas como Torrente merecían un poco de este castigo, pero hablando en términos generales, es realmente preocupante que el cine amenace con convertirse en una actividad exclusiva para unos pocos.


Solo falta que ahora empiecen a cobrar los libros en las bibliotecas públicas...(mejor me callo que igual estoy dando ideas). Porque visto lo visto, parece que ahora te quieren cobrar hasta por respirar.
Justo cuando parecía que un sector más amplio de la sociedad podía acceder de forma libre a la cultura, una zarpa gigantesca se encarga de arrebatarnos ese derecho. ¿Cómo esperan que no haya piratería? Sí, sí, no me miréis así que todos hemos tirado de ella en más de una ocasión, y qué queréis que os diga, me parece una actitud lógica.
Entonces cuando la gente se quiera abstraer de los problemas cotidianos, ¿qué va a hacer, a dónde va a ir? Hombre, igual volvemos a unirnos un poco más, a interactuar más con nuestros amigos y familiares, es cierto que las nuevas tecnologías nos han quitado un poco de nuestra humanidad, pero igualmente al cine podías ir acompañado, ¿no?
Lo que quiero decir es que no es justo, nada, nada justo. A lo mejor hay bienes o distracciones superfluas que puedo entender que se encarezcan, pero el cine no, y menos de esa forma tan exagerada. Si cada vez que voy a disfrutar de la gran pantalla me van a cobrar 8 o 9 euros (un precio que parece ir in crescendo), desgraciadamente tendré que ir con menos frecuencia. Triste, pero cierto. Triste porque somos siempre la gran mayoría la que sufrimos las medidas de unos pocos que quieren salvar sus propios intereses.
Por ahora han empezado por el cine, pero seguramente aún no hayan terminado. A saber qué será lo próximo.

CONVERSATION

4 comentarios:

  1. Yo desde el verano del año pasado que me conseguí independizar con mi pareja fue el día en que dejé de ir al cine. (Bueno, fui a ver los juegos del hambre y encima no me gustó).
    Y ahora no voy simplemente por el precio...me parece abusivo y más si encima elijo una película que luego no me va a gustar.
    Y la consecuencia ha sido que me he aficionado y mucho a las series dejando de lado el cine...
    Aunque la última película que he visto (realmente vuelto a ver) y me ha encantado, te la voy a recomendar aunque tiene cierta parte de documental (a ver si le hago la reseña que ya hace casi un mes que la vi) y es Buda explotó por vergüenza.
    Para mi espectacular.
    Un beso!

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  2. Moraleja: pásate a los cómics, que te salen gratis :D

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  3. Yo me tuve que sacar la tarjeta de socio del cine de mi ciudad para que me hicieran descuentos. Ahora suelo ir al cine los lunes o los jueves, ya que esos días, por ser menor de 25 y tener el carnet de socio, la entrada me cuesta 4'30€. Al menos aún existen estas posibilidades más económicas, porque si no, los cines sí que estarían desiertos de verdad.

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  4. Pues efectivamente Lucía, yo recibo descuentos también por cosas como el carné joven o el de estudiante. La verdad no sé si en mi ciudad tendrá algo así, he de informarme. Pero en fin, esperemos que las cosas no sigan mucho tiempo así, que si no...

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