Persépolis


Primero y antes de nada: debo confesar que soy bastante ignorante en lo que se refiere a la historia de Irán. No obstante, me atrevería a decir que no son pocas las personas que comparten mi situación. Es decir, sabemos que son innumerables los conflictos sociales y políticos, que la vida es más bien bastante difícil, que en las calles abunda la violencia y que entre su cultura y la nuestra hay un abismo. Y esto es a la vez cierto y falso. Para paliar un poco esta ignorancia, Marjane Satrapi, la autora de este cómic, nos cuenta su biografía, su vida en Irán y las distintas vivencias por las que pasó dentro y fuera de su país.

Marjane Satrapi
Ya de entrada, hay algo fundamental que me sorprendió bastante: no desde siempre se ha llevado el velo en Irán. De hecho, todo comenzó a finales de los años 70 y principios de los 80, momento en el que tuvo  
lugar una revolución en el país, que posteriormente produjo una guerra y que finalmente desembocó en la imposición de un régimen estricto y autoritario.
Pero antes de ello, las cosas eran ligeramente diferentes en Irán. Había (entre comillas) más libertad y más flexibilidad política. Así, los primeros años de su infancia Marjane es ya consciente de esta convulsión política y social, pero a pesar de ello se permitía ciertos derechos a los ciudadanos. 

Por supuesto, la historia es muy compleja y difícil de contar de forma breve, además que cada persona la ve de una forma distinta, según lo que le corresponda vivir. Por su parte, Marjane siempre fue de una familia pudiente y bastante liberal. Por ello, cuando pasan los años y ven un futuro poco esperanzador para su hija, los padres de la joven deciden mandarla a Europa, donde su vida dará un giro radical. Las costumbres, formas de pensar, de entender la vida, de vestir, de comportarse y de ver el mundo y la sociedad no tienen nada que ver con la cultura de Irán, y en esos 4 años que pasará Marjane en el extranjero, su soledad y su sensación de forastera serán bastante frecuentes. 
Sin embargo, cuando regrese de nuevo a su país natal, la joven tampoco encontrará una completa felicidad. Las cosas han cambiado mucho, pues ahora la libertad es casi nula, están en guerra continua con Iraq y el machismo y el fanatismo religioso son más evidentes que nunca. 

Si hay algo que me realmente quiero destacar, son esos dos últimos puntos. Ya sabía de ese fanatismo y del trato que reciben las mujeres en estas sociedades, pero había cosas que simplemente me dejaron de piedra. No puedo imaginarme un lugar así, donde están prohibidas cosas tan nimias como hacer fiestas, sonreír, mostrar el cabello (según ellos el pelo al descubierto provoca excitación en los hombres, razón por la que deben cubrirlo), esa exagerada devoción religiosa y la absoluta falta de libertad. 

El punk no está muerto
Lo siento, pero hay cosas que no caben en mi cabeza. Dicen que hay que respetar todas las culturas, pero yo creo que eso es cierto hasta cierto punto. Sí, ninguna sociedad es perfecta, y la nuestra mucho menos, pero el hecho de que a una mujer la paren por la calle para decirle que no corra para coger el bus porque sus movimientos resultan demasiado provocativos, me parece absolutamente inconcebible. Y no, no soy racista ni nada por el estilo, pero hay cosas de las que estoy en contra. El machismo y la imposición religiosa son de ellas, y la ignorancia que provocan en un pueblo al coartar de esa forma sus derechos, también. 
Sea como sea, uno nunca debe juzgar sin tener un mínimo conocimiento, y leer Persépolis de la mano de una mujer iraní (hoy en día muy influyente en el mundo editorial) me parece una forma muy acertada de acercarnos un poco más a Irán y su historia y ver cómo la viven en primera persona sus habitantes. 
Mi más sincera recomendación. 


CONVERSATION

5 comentarios:

  1. Esa última foto me recuerda que a ver cuando le damos un vistazo a la película.

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  2. Lo lei hace unos años y me gusto mucho.Yo tampoco sabia mucho sobre la historia de Iran y la verdad es que me sorprendio bastante.Abrazo!!!

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  3. A mi también me ha gustado mucho. Es una manera de llega fácilmente a unas culturas que a algunas personas nos quedan lejos.
    Por cierto, la película también está muy bien.
    Saludos.

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  4. Yo no sabía NADA de NADA de la historia de Irán antes de leer el cómic. Y a raíz de ahí lo aprendí. Es un buen cómic. Y no solo por eso, sino por muchas más cosas. Tiene mucha sustancia.

    En cuanto al tema que planteas de "respetar las culturas", es una manera muy descarada de lavarse las manos: ¿Hay que "respetar" culturas que matan mujeres? ¿Hay que "respetar" culturas que torturan? ¿Y las que matan homosexulaes? ¿Y las que cometen ablación? Hay quien dice que esto es etnocentrista, que los "europeos" queremos que todo el mundo se configure a nuestro gusto. Pero no es así. Aquí también hay cosas que cambiar.

    Las mujeres cristianas también tenían que cubrirse el cabello, de hecho, lo de la mantilla para ir a la iglesia era obligatorio hasta no hace tanto. También hay pasajes en la biblia, en el Nuevo Testamento que dicen que la mujer debe estar sometida al varón. Así que no es una cuestión "cultural", es cuestión de que se impone una moral religiosa a todo el mundo, como en España se impuso el catolicismo, por ejemplo.

    En fin, un cómic que da para pensar mucho, y que además, entretiene y engancha :)

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  5. Ester estilo me gusta mucho pero no me lo voy a anotar porque he leído varias así y tengo aún algunas pendientes de una colección que hice en su día de relatos de mujer.
    Un beso!

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