Tengo que decirlo de antemano: ni el libro ni la película me gustan. Por salvar no salvaría ninguno, pero bueno, digamos que en un caso extremo me quedaría con la novela, que tiene un título ligeramente diferente al de la película: El cuaderno de Noah. Por alguna razón cambiaron estas dos palabras en negrita por diario y Noa, respectivamente. Sea como sea, ninguna de las dos versiones de las que tanto escuché hablar me convenció. Y cada vez que digo esto, la mayoría de la gente se sorprende.
Me atrevería a decir que al menos un 95% de las buenas críticas del libro y la película pertenecen a un público femenino, porque como ya se sabe la temática romántica es preferida casi en su totalidad por mujeres (y sí, no me olvido de que siempre pueden haber excepciones).

Una cosa que repito con frecuencia es que hay una diferencia entre romántico y cursi, y la línea que distingue lo uno de lo otro puede ser tan delgada que es fácil sobrepasarla. Si tengo que dar un adjetivo a la película, sin duda sería cursi. Lo siento, pero francamente tanto sentimentalismo me aburrió. Y no es que quiera hacerme la dura ni nada por el estilo; he visto filmes de amor que me han parecido interesantes y con los que disfruté. Es cierto que El diario de Noa es una historia entrañable, pero tampoco nada del otro mundo. Un romance marcado por la separación y el drama, temática bastante tópica.
En lo que respecta al libro, tengo una crítica algo menos severa. Nicholas Sparks es un autor norteamericano de gran éxito gracias a sus novelas románticas, de las cuales he leído tres, y entre ellas está El cuaderno de Noah. Como dije, es una historia de amor sencilla, sin grandes pretensiones ni muchas novedades; está bien para leer de vez en cuando.
Sé que a pesar de esta crítica habrá gente que se anime a leer el libro o ver la película, y al terminar una cosa u otra discrepe totalmente conmigo. En fin, cada quien tiene sus gustos y opiniones, pero sinceramente no sé qué es lo que tanto cautiva a la gente para haber dado tanta fama a ambas versiones.